“¡Liberen a la familia François!”, “¡Respeten la ley francesa! » Los lemas resuenan en la tranquila ciudad de Deuil-la-Barre (Val-d’Oise), este viernes 12 de diciembre, a primera hora de la tarde. Un centenar de personas rodean a la familia François, de la comunidad nómada, al inicio de una procesión hacia el ayuntamiento. Sobre sus cabezas, carteles: “Ley, no odio”, “Vergüenza para el ayuntamiento”.
La procesión está compuesta principalmente por miembros de la comunidad nómada, pero también por amigos y lugareños que han venido a apoyarlos. A pocos metros, el motivo de la discordia: bloques de hormigón bloquean el acceso al número 29 de la calle Bourgeois. Terreno propiedad de la familia en el que se ubican sus tres caravanas. “Sólo pedimos que nos traten como ciudadanos normales”, susurra el patriarca David François, de 55 años, con la voz cubierta de consignas.