Fuertes lluvias y fuertes vientos azotan la región y, en particular, la Franja de Gaza, donde la situación sanitaria sigue siendo complicada.
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Una población desposeída. Las lluvias torrenciales relacionadas con la tormenta Byron seguirán cayendo el jueves 11 y viernes 12 de diciembre en la Franja de Gaza. Las zonas más cercanas al mar están inundadas y es allí donde se ubican la mayor parte de los más de 750 asentamientos de desplazados del enclave.
Las consecuencias son numerosas: las sábanas de las tiendas vuelan, los colchones se empapan y los niños quedan congelados. “Todas las zonas costeras están inundadastestifica Loai Nasser, que se dirigió el jueves por la mañana a Deir el-Balah, en el centro del enclave. Todos estos espacios están saturados de tiendas de campaña y alojamientos precarios. La gente está empacando lo que queda de sus tiendas. Tienen que mudarse nuevamente porque muchos refugios están bajo el agua o en tierra”.
Tras el alto el fuego de hace dos meses, la situación sanitaria sigue complicada. “Hemos visto niños que están en las calles y que no llevan ropa que los proteja de las fuertes lluvias.explica Jonathan Crickx, portavoz de Unicef, actualmente en Gaza. Todavía queda mucho por hacer para garantizar que los niños no sufran frío en las próximas semanas en la Franja de Gaza”.
Según las Naciones Unidas, 850.000 palestinos en Gaza pasarán el invierno en tiendas de campaña. Esa es la mitad de la población del enclave.