La liquidación judicial del centenario grupo de electrodomésticos Brandt, pronunciada por los tribunales el jueves, decepciona profundamente a los operadores locales particularmente afectados por la desaparición del buque insignia de la industria francesa, que deja a unos 700 empleados en paro. El alcalde de Orleans (Loiret), cuya fábrica está situada cerca de su ciudad, expresó su “gran enfado”.
“Este despilfarro, esta falta de atención y esta incapacidad que tenemos en Francia para abordar este tipo de expedientes son insoportables”, lamentó Serge Grouard (DVD) este jueves por la mañana ante el micrófono de la BFM. El concejal, también presidente de la metrópoli de Orleans, visitó el principal centro industrial de Brandt con 350 empleados en Saint-Jean-de-la-Ruelle, en compañía del presidente de la región Centro-Valle del Loira, François Bonneau, y de la prefecta de la región, Sophie Brocas.
“Nos faltaban cuatro millones” para evitar que esta marca desapareciera en favor de “productos chinos”, se quejó Serge Grouard, criticando la “falta de tiempo” para convencer a los bancos de la viabilidad del proyecto. “Me cabrea que a pocos días de Navidad tengamos cientos de personas sobre el terreno. Porque lo extrañamos durante algunas semanas”, añadió.
“Ella es una perra”
“Estoy realmente furioso porque a nosotros, las autoridades locales, el 27 de noviembre, hace unos días, nos advirtieron que no había ninguna oferta sobre la mesa, a pesar de que la sindicatura se remonta al 1 de octubre. Hemos perdido dos meses”, se quejó el electo. Y añade: “Es más que un desperdicio. Es una petaudière. Y es un sistema que ya no funciona, que es corrupto. »
François Bonneau, por su parte, habló del “trauma” que supone ver eliminados los cerca de 700 puestos de trabajo del grupo tras esta decisión del Tribunal de Actividades Económicas de Nanterre (TAE), expresando su “incomprensión” por esta decisión. Todos prometieron apoyar en el futuro a estos empleados “determinados” y “abandonados”.
Al mediodía tuvo lugar en el lugar una reunión con algunos empleados locales y funcionarios electos. Al igual que en la otra fábrica, situada en Vendôme, en Loir-et-Cher, donde trabajan 93 personas.
Proyecto Scoop
Ante este riesgo tan temido, un proyecto SCOP (sociedad cooperativa y participativa), apoyado por el grupo Revive, debía salvar al menos 370 puestos de trabajo. La oferta, presentada como última oportunidad, recibió en los últimos días un amplio apoyo de las autoridades públicas y de la mayoría de los empleados.
Para relanzar el negocio de Brandt se necesitaban entre 20 y 25 millones de euros, pero las autoridades públicas habían anunciado una cascada de apoyo: el gobierno y la comunidad habían recaudado al menos 20 millones de euros. En total, desaparecerán unos 700 puestos de trabajo y los salarios dejarán de pagarse después del 15 de diciembre.
“Es ira, ira, malentendidos. Habremos luchado hasta el final”, añadió a la AFP el secretario de la CGT, Melkonyan Khachatur, refiriéndose con amargura a “un gran regalo de Navidad”.