En las últimas horas, a los escolares de varias escuelas del interior de Florencia se les ha servido en sus respectivos comedores escolares un menú compuesto exclusivamente por platos que forman parte de la tradición culinaria de la Palestina. Según la prensa local, el “menú palestino” servido a los estudiantes forma parte del proyecto “Sabores para la paz” promovido por los municipios de Calenzano, Sesto Fiorentino, Capannori (única realidad en la provincia de Lucca), Campi Bisenzio, Signa, Carmignano y Barberino di Mugello con la empresa que gestiona el servicio de restauración escolar.
A estudiantes muy jóvenes de escuelas infantiles se propusieron, según informa hoy el diario la naciónplatos tradicionales del Medio Oriente como mujadara, una receta de arroz y lentejas, y hummus. En esta ocasión, los cocineros y el personal del comedor también fueron invitados a participar en un taller dirigido por un chef palestino. Y eso no es todo: la iniciativa se repetirá el 11 de abril y en este caso a los niños se les servirán platos de la cocina del Sudán. Es más, la iniciativa ya está en debate.
Se trata de una iniciativa promovida exclusivamente por municipios gobernados por el centro izquierda (si no exclusivamente por la izquierda, en algunos casos) que, sin embargo, ya ha suscitado polémicas dispuestas a traspasar las fronteras regionales: por ejemplo, la Liga no ha escatimado fuertes críticas a las administraciones municipales implicadas, acusándolas de hacer propaganda ideológica. Y Susanna Ceccardi, miembro de la Liga Norte del Parlamento Europeo, acusó sin rodeos al Partido Demócrata de llevar a cabo propaganda en las escuelas, haciendo pasar la ideología como iniciativas educativas que idealmente unirían a los niños de países de todo el mundo afectados por guerras en curso.
“Más que “platos de paz”. Con el “menú palestino” introducido en los comedores de muchas escuelas primarias de la provincia florentina, el Partido Demócrata propone otro forzamiento ideológico hecho pasar por pedagogía, en la piel de los niños. Estamos hablando de niños de seis o siete años que ciertamente no entienden ni los dramáticos conflictos internacionales ni las tensiones geopolíticas actuales. subrayado, en una nota – sin embargo, en lugar de garantizar servicios más eficientes, ciertas administraciones “rojas” y sus cooperativas prefieren transformar incluso el almuerzo en una oportunidad para condicionamiento emocional. En la escuela primaria, los conflictos mundiales no son importantes para construir iniciativas de fachada como estos “Sabores para la paz”, que en realidad sólo sirven para complacer a la secretaría del PD.
Y eso se aplica a cualquier bandera y a cualquier guerra. La escuela nunca debería convertirse en un laboratorio de adoctrinamiento, como tiende a hacer cada vez más a menudo y de forma irresponsable la izquierda. »