En Estados Unidos, Sami Hamdi, periodista y comentarista británico detenido durante 18 días por ICE, la agencia federal responsable del control de fronteras y de inmigración, ha sido liberado. Según el periodista y sus abogados, fue arrestado por sus críticas al gobierno israelí y sus posiciones pro palestinas. Los únicos cargos presentados formalmente contra Hamdi estaban relacionados con una violación de visa, pero fueron calificados de infundados por el Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses (CAIR), un grupo para el cual Hamdi había dado una conferencia poco antes de su arresto. El Departamento de Seguridad Nacional, hablando sobre el caso, dijo que la administración del presidente Donald Trump tenía la intención de impedir que “aquellos que apoyan el terrorismo” ingresaran al país.
Hamdi estaba en Estados Unidos para una serie de conferencias y fue arrestado por ICE en el aeropuerto de San Francisco porque su visa había sido revocada: según CAIR, no había sido informado de esta revocación. ICE es la principal agencia que en los últimos meses ha puesto en práctica la dura política de Trump para combatir la inmigración ilegal: se ha vuelto muy conocida y discutida porque ha arrestado a muchas personas basándose en la más mínima sospecha de violaciones de las leyes de inmigración (por ejemplo, porque hablaban con acento español), actuando a menudo con el rostro cubierto y de una manera nada transparente y, a veces, de manera grosera.