Así lo informó Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas “horrible ataque con drones” y reiteró sus llamamientos a los beligerantes “poner fin inmediato a las hostilidades”. Seis cascos azules de Bangladesh murieron en un ataque contra la Fuerza Provisional de Seguridad de las Naciones Unidas para Abyei (FISNUA) en una ciudad del sur de Sudán el sábado 13 de diciembre.
Fisnua denunció el ataque a un corresponsal de la Agencia France Presse “de drones” contra el campamento de Fisnua en Kadougli, a unos 200 kilómetros de Abyei. “Seis militares murieron y seis resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad”declaró esta fuerza, precisando que las tropas procedían de Bangladesh.
Así lo hizo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bangladesh. “firmemente” condenó el ataque y pidió a la ONU que lo haga “garantizar una atención óptima” soldados heridos. En una declaración, el líder interino de Bangladesh, Muhammad Yunus, dijo esto “profundamente triste”.
Kadougli, capital de Kordofán del Sur, está bajo asedio
La vasta región de Kordofán une zonas controladas por el ejército en el norte, este y centro, con Darfur en el oeste, que ha quedado totalmente bajo control de RSF desde finales de octubre. Kadougli, la capital de Kordofán del Sur, lleva un año y medio sitiada por los paramilitares. A principios de noviembre, las Naciones Unidas declararon allí el estado de hambruna. El gobierno promilitar de Sudán atribuyó el ataque del sábado a las RSF.
Testigos contactados por la AFP informaron de un ataque con drones contra la sede de las Naciones Unidas en el centro de la ciudad. Un vídeo publicado por las Fuerzas Armadas en su cuenta de Facebook muestra dos espesas columnas de humo negro que se elevan desde dos puntos separados de la base de Fisnua, donde se ven llamas.
En un comunicado, el Consejo de Soberanía, encabezado por el jefe del ejército sudanés, general Abdel Fattah Abdelrahman Al-Bourhane, describió el ataque como“escalada peligrosa”. El primer ministro sudanés, Kamil Idris, está bajo acusación “la milicia rebelde terrorista”en referencia al FSR, pidiendo a la ONU que “actuar con firmeza” Y “llevar a los culpables ante la justicia”. En un comunicado en Telegram, la FSR denunció “acusaciones infundadas” apuntando a ellos.
El sábado pasado los paramilitares habían hecho retroceder “categóricamente” cargos contra ellos por abusos cometidos contra civiles en Darfur, cuando ocuparon la gran ciudad de El-Facher a finales de octubre.
La guerra, que estalló en abril de 2023, ha dejado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, provocando lo que la ONU describe como “la peor crisis humanitaria del mundo”.
Fisnua tiene alrededor de 4.000 soldados y policías cuya tarea principal es garantizar la protección de los civiles en la región de Abyei, una zona fronteriza rica en petróleo donde los enfrentamientos son regulares.