La decisión de Volkswagen de desarrollar su propio SoC muestra cuán seria será la competencia en el mercado automovilístico del futuro, donde no sólo son relevantes la batería y el motor, sino también el “cerebro” o sistema electrónico del coche.
En China, como el mercado más grande de vehículos eléctricos a nivel mundial, es muy importante comprender la localidad y la velocidad del lanzamiento del producto.
Volkswagen China espera que con esta iniciativa puedan presentar modelos de automóviles inteligentes con una competitividad feroz.
Sin embargo, este desafío también es bastante grande: el desarrollo de chips en sí ciertamente requiere una gran inversión, mucho talento y un largo ciclo de desarrollo.
Si no se gestiona bien, existe el riesgo de que los fabricantes de chips especializados los dejen atrás. Además, en el mercado automotriz altamente dinámico y competitivo de China, las marcas locales tienen la ventaja de la velocidad y los bajos costos.
Para el mercado global, incluido Indonesia, este paso también podría tener el efecto de que los modelos de automóviles Volkswagen equipados con SoC locales puedan ascender de clase más rápidamente en términos de conectividad y autonomía de conducción. Esto puede prepararnos para una era de movilidad que realmente puede llamarse inteligente.
El anuncio de Volkswagen de una inversión de más de 200 millones de dólares o alrededor de 3,2 billones de IDR en China para desarrollar un SoC interno es una señal clara de que la era de los coches eléctricos por sí sola no es suficiente, el coche del futuro es un sistema integrado de hardware, software e inteligencia artificial.
Con la estrategia “En China, para China”, Volkswagen destaca que no sólo quiere ser un actor global, sino también un actor local relevante.
Si este proyecto tiene éxito, seremos testigos de la próxima generación de automóviles Volkswagen que no sólo serán eléctricos, sino verdaderamente inteligentes e integrados.