Siguiendo el “Instrucciones del presidente Trump”Estados Unidos procederá con la “levanta las sanciones al potasio” producido por Bielorrusia. El anuncio lo hizo el enviado estadounidense John Coale durante una visita a Minsk y luego fue relanzado por el canal Telegram Poul Pervogo, afiliado extraoficialmente a la presidencia bielorrusa. Desmantela una parte importante del sistema de presión económica que Washington y Europa habían puesto en marcha contra el régimen de Alexander Lukashenko, sancionado por la represión de la oposición y su apoyo a la invasión rusa de Ucrania lanzada en febrero de 2022.
Por el momento, el corresponsal John Coale no ha proporcionado detalles precisos sobre el alcance exacto del levantamiento de las sanciones, ni sobre la compensación específica obtenida por las autoridades bielorrusas. Las motivaciones estadounidenses giran en torno a un doble desafío, económico y diplomático: asegurar suministros estratégicos y explorar un nuevo camino en las relaciones con Moscú.
La ley de fertilizantes
La decisión estadounidense está directamente relacionada con la sensibilidad estratégica de la potasa (potasa) en el mercado interno estadounidense. Bielorrusia es uno de los mayores productores mundiales de este mineral, esencial para la producción de fertilizantes. Estados Unidos importa hasta el 90% de sus necesidades de potasio, principalmente de Canadá. Sin embargo, los derechos de aduana impuestos anteriormente por la administración Trump ya habían debilitado esta cadena, haciendo que la materia prima sea aún más sensible a las fluctuaciones del mercado. Consecuencia directa de esta fragilidad: desde principios de año, los agricultores estadounidenses pagan más por sus fertilizantes.
En este contexto, el levantamiento de las sanciones en Minsk aparece como un intento de diversificar las fuentes de suministro de la agricultura estadounidense. Sin esta diversificación, la agricultura estaría expuesta a mayores riesgos. Si a los precios ya elevados se sumaran dificultades logísticas –como una huelga de trabajadores ferroviarios canadienses–, la continuidad misma del suministro, e incluso la seguridad alimentaria en Estados Unidos, podrían ponerse en riesgo. Por tanto, esta decisión es ante todo una medida de prudencia económica nacional.
El precio de los presos políticos
Esta apertura económica es la segunda en pocos meses y se inscribe en un modelo de intercambios de concesiones mutuas observados sobre el terreno, iniciado con gestos del Presidente Lukashenko, en el poder desde hace más de 30 años.
A nivel político, Donald Trump ha animado a Bielorrusia a liberar a los cientos de presos políticos encarcelados en el país. En respuesta, el presidente bielorruso indultó a decenas de personas.
¿Quiénes son los prisioneros liberados?
El 13 de diciembre de 2025, Bielorrusia anunció la liberación de 123 ciudadanos, entre ellos dos figuras emblemáticas de la oposición: Ales Bialiatski, coganador del Premio Nobel de la Paz 2022 y fundador de la ONG Viasna, y Maria Kolesnikova, figura destacada de los movimientos de protesta 2020-2021. Estas dos personalidades fueron encarceladas por su oposición al régimen de Lukashenko y por sus acciones a favor de los derechos humanos. La liberación de Bialiatski tiene un significado simbólico particular, porque constituye un reconocimiento implícito por parte del régimen de la importancia internacional de estas figuras de la oposición.
A cambio de estas liberaciones parciales, Washington ya había suavizado las sanciones contra la aerolínea nacional Belavia. Esta flexibilización permitió en particular a la empresa mantener y adquirir piezas para su flota, que incluye aviones Boeing.
El anuncio del levantamiento de las sanciones a la potasa, un sector económico clave para Minsk, es la traducción económica más espectacular de este llamado nuevo enfoque. “gestos recíprocos”.
Lukashenko, ” recomendar “ de Putin
El enfoque estadounidense tiene una dimensión diplomática, articulada en torno al papel de Alexander Lukashenko en el conflicto ucraniano.
El emisario John Coale indicó que la cercanía entre el presidente bielorruso (71) y su homólogo ruso Vladimir Putin podría aprovecharse en la difícil mediación estadounidense destinada a poner fin a la guerra entre Kiev y Moscú.
“Tu presidente (Lukáchenko, ed.) Tiene una larga relación con el presidente Putin y puede asesorarlo. Esto es muy útil en esta situación”Coale dijo, confirmando el análisis de Washington.
Esta cita, tomada de la agencia estatal de noticias bielorrusa Belta, formaliza efectivamente a Bielorrusia como un canal de comunicación potencial en la crisis.
Debilitado por los movimientos de protesta de 2020 y 2021, el régimen de Lukashenko es ahora mucho más dependiente de Rusia que en el pasado. Anteriormente, el presidente bielorruso intentó mantener un delicado equilibrio en las relaciones entre el Kremlin y Occidente. Hoy su dependencia le convierte en un aliado esencial de Moscú y por tanto, según el análisis del enviado estadounidense, en un potencial intermediario creíble con Vladimir Putin. Por lo tanto, Washington parece confiar en la influencia personal de Lukashenko para abrir un diálogo.