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Impresionantes imágenes en Australia, donde un paracaidista arriesgó su vida, suspendido a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Logró desbloquear la red de su paracaídas, que estaba atascada en el ala del avión.
Este texto corresponde a parte de la transcripción del informe anterior. Haz clic en el vídeo para verlo completo.
En un avión de entrenamiento el pasado mes de septiembre, en Tully, Australia, 17 paracaidistas. Uno de ellos huye. Pero su paracaídas de emergencia se abre repentinamente y queda atrapado en el estabilizador del avión. Suspendido en el vacío, a 4.500 metros sobre el nivel del mar, el paracaidista no tiene otra opción. Luego corta, con gran habilidad, las 11 cuerdas bloqueadas y luego abre su paracaídas principal. Aterriza ligeramente herido, pero sano y salvo, un milagro.
Afortunadamente, el atleta estaba bien equipado, recuerda este investigador de aviación: “Aunque no fue necesario, en el momento del accidente el paracaidista llevaba un cuchillo sujeto al cinturón, lo que le permitió cortar suficientes cordones del paracaídas de emergencia para soltarlo. Este caso también recuerda a los equipos la importancia de llevar un paracaídas de emergencia y saber utilizarlo”.explica Sarah Fien, investigadora principal.
De hecho, revisando estas imágenes a cámara lenta, los investigadores se dieron cuenta de que el mango del paracaídas de reserva, aquí en la imagen, se había enganchado en la solapa del ala, provocando que se abriera. El paracaidismo es un deporte extremo muy controlado. El número de accidentes mortales entre los millones de saltos que se realizan cada año se estima en una veintena de casos en todo el mundo.