¿Qué causa la depresión?

¿Qué causa la depresión?

Depresión

A menudo se dice que la depresión es el resultado de un desequilibrio químico, pero esa forma de hablar no capta lo compleja que es la enfermedad. Las investigaciones sugieren que la depresión no surge simplemente por tener demasiado o muy poco de ciertas sustancias químicas del cerebro. 

Más bien, hay muchas causas posibles de la depresión, incluyendo la regulación defectuosa del estado de ánimo por parte del cerebro, la vulnerabilidad genética, los acontecimientos estresantes de la vida, los medicamentos y los problemas médicos. 

Se cree que varias de estas fuerzas interactúan para provocar la depresión.

Sin duda, los químicos están involucrados en este proceso, pero no se trata simplemente de que un químico esté demasiado bajo y otro demasiado alto. Más bien, muchos químicos están involucrados, trabajando tanto dentro como fuera de las células nerviosas. 

Hay millones, incluso miles de millones, de reacciones químicas que forman el sistema dinámico responsable de tu estado de ánimo, tus percepciones y tu experiencia de la vida.

Con este nivel de complejidad, se puede ver cómo dos personas pueden tener síntomas similares de depresión, pero el problema en el interior, y por lo tanto qué tratamientos funcionarán mejor, puede ser completamente diferente.

Los investigadores han aprendido mucho sobre la biología de la depresión. Han identificado los genes que hacen a los individuos más vulnerables a los estados de ánimo bajos e influyen en la forma en que un individuo responde a la terapia con medicamentos. 

Algún día, estos descubrimientos deberían conducir a un tratamiento mejor y más individualizado, pero es probable que eso esté a años vista. Y aunque los investigadores saben más ahora que nunca sobre cómo el cerebro regula el estado de ánimo, su comprensión de la biología de la depresión está lejos de ser completa.

El impacto del cerebro en la depresión

La tradición popular dice que las emociones residen en el corazón. La ciencia, sin embargo, rastrea el asiento de tus emociones hasta el cerebro. Ciertas áreas del cerebro ayudan a regular el estado de ánimo. 

Los investigadores creen que – más importante que los niveles de químicos específicos del cerebro – las conexiones de las células nerviosas, el crecimiento de las células nerviosas, y el funcionamiento de los circuitos nerviosos tienen un gran impacto en la depresión. Aún así, su comprensión de los fundamentos neurológicos del estado de ánimo es incompleta.

Las regiones que afectan el estado de ánimo

Las formas cada vez más sofisticadas de imagenología cerebral – como la tomografía por emisión de positrones (PET), la tomografía computarizada por emisión de un solo fotón (SPECT) y la resonancia magnética funcional (fMRI) – permiten una mirada mucho más cercana al cerebro en funcionamiento de lo que era posible en el pasado. 

Una resonancia magnética funcional, por ejemplo, puede rastrear los cambios que se producen cuando una región del cerebro responde durante varias tareas. Una PET o SPECT puede mapear el cerebro midiendo la distribución y la densidad de los receptores de neurotransmisores en ciertas áreas.

El uso de esta tecnología ha permitido comprender mejor qué regiones del cerebro regulan el estado de ánimo y cómo otras funciones, como la memoria, pueden verse afectadas por la depresión. 

Las áreas que juegan un papel importante en la depresión son la amígdala, el tálamo y el hipocampo.

Las investigaciones demuestran que el hipocampo es más pequeño en algunas personas deprimidas. Por ejemplo, en un estudio de fMRI publicado en The Journal of Neuroscience, los investigadores estudiaron a 24 mujeres con antecedentes de depresión. 

En promedio, el hipocampo era de 9% a 13% más pequeño en las mujeres deprimidas en comparación con las que no estaban deprimidas. 

Cuantos más episodios de depresión tenía una mujer, más pequeño era el hipocampo. El estrés, que juega un papel en la depresión, puede ser un factor clave aquí, ya que los expertos creen que el estrés puede suprimir la producción de nuevas neuronas (células nerviosas) en el hipocampo.

Los investigadores están explorando posibles vínculos entre la producción lenta de nuevas neuronas en el hipocampo y los estados de ánimo bajos. 

Un hecho interesante sobre los antidepresivos apoya esta teoría. 

Estos medicamentos aumentan inmediatamente la concentración de mensajeros químicos en el cerebro (neurotransmisores). Sin embargo, las personas no suelen empezar a sentirse mejor hasta varias semanas o más. 

Los expertos se han preguntado durante mucho tiempo por qué, si la depresión es principalmente el resultado de niveles bajos de neurotransmisores, las personas no se sienten mejor tan pronto como los niveles de neurotransmisores aumentan.

La respuesta puede ser que el estado de ánimo sólo mejora a medida que los nervios crecen y forman nuevas conexiones, un proceso que lleva semanas. 

De hecho, estudios en animales han demostrado que los antidepresivos estimulan el crecimiento y el aumento de las ramificaciones de las células nerviosas en el hipocampo. 

Por lo tanto, la teoría sostiene que el valor real de estos medicamentos puede estar en la generación de nuevas neuronas (un proceso llamado neurogénesis), el fortalecimiento de las conexiones de las células nerviosas y la mejora del intercambio de información entre los circuitos nerviosos. 

Si ese es el caso, se podrían desarrollar medicamentos para la depresión que promuevan específicamente la neurogénesis, con la esperanza de que los pacientes vean resultados más rápidos que con los tratamientos actuales.

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